martes, 30 de agosto de 2005

CAPACITANDO HOY A LOS LÍDERES DE MAÑANA

Mensaje del Presidente de la JCI
Jr. Kevin Cullinane

Desde hace varios años, hemos debatido largamente acerca del tema de nuestra identidad. Ese debate, en mi opinión, ha servido solamente para confundir nuestra identidad real y única: somos una organización de formación de líderes. Es cierto que no es una tarea fácil vender o promover nuestra identidad dentro de las comunidades. Pero tal vez hayamos tomado el camino equivocado o, en algunos casos, hayamos aceptado la derrota y nos hayamos rendido por completo.
En todo el mundo los Miembros de la JCI han trabajado en muchos proyectos y programas valiosos en todos los Campos de Oportunidades.

Nuestras comunidades en el ámbito local y nacional se han beneficiado de muchas de esas actividades. Por otra parte, ¿se han beneficiado los Miembros de la JCI que han participado en esas actividades? ¿Se han preguntado esos Miembros qué beneficios han sacado ellos de esa participación? En mi opinión, en ambos casos, la respuesta a esas preguntas es “No”.

Si es así, entonces se plantea la pregunta “¿Nos hemos convertido en otro simple club de servicio?” Cada persona debe, por consiguiente, encarar estas preguntas básicas pues si las respondemos honestamente, la raíz de nuestra crisis de identidad se hará evidente. Cuando hayamos analizado individualmente nuestras fortalezas y debilidades de carácter, cuando hayamos participado en programas individuales y gerenciales que nos den el conocimiento teórico necesario para construir sobre esas fortalezas, y cuando hayamos tomado parte en programas y proyectos de desarrollo local e internacional para obtener experiencia práctica en el manejo de cada fortaleza y debilidad, entonces y sólo entonces podremos decir que estamos apoyando la aspiración real y la identidad verdadera de nuestra organización.

Creo que este enfoque nos llevará a realizar mejores programas y proyectos de desarrollo internacional y de la comunidad, y nos conducirá a un desarrollo perceptible de las habilidades de liderazgo de cada uno de nuestros Miembros. De esta forma, nuestras comunidades reconocerán nuestra verdadera identidad y quienes tengan la edad adecuada dentro de nuestras comunidades demandarán las oportunidades que ofrecemos a nuestros Miembros en lugar de que tengamos que invitarlos a compartir esas oportunidades.

Los Miembros de la JCI deben comprometerse consigo mismos a desarrollar sus habilidades de liderazgo. Cada uno como individuo debe ser algo egoísta y participar sólo en las actividades que afinen esas habilidades. Quienes lideran cada Organización Local tienen la responsabilidad de brindar las oportunidades apropiadas a cada uno de sus Miembros, pero todos los Miembros deben ayudar a sus Organizaciones Locales comunicándoles claramente cuáles cualidades desean desarrollar.

Es evidente que nuestro mundo caótico demanda liderazgo. ¿De dónde pueden surgir esos líderes? ¿Cuál otra organización voluntaria que no sea la JCI se dedica por entero al desarrollo del liderazgo? Si nosotros no capacitamos a los líderes de mañana, ¿quién lo hará? Si no comenzamos ese proceso inmediatamente, ¿cuándo lo haremos?

Este Mensaje del Presidente fue escrito en 1984 por mi ilustre predecesor y compatriota Joe Murphy, como Presidente de la JCI, en enero de 1984, hace más de 21 años.

Al comenzar el mes de septiembre comprometidos con nuestra meta de añadir un (1) Miembro por Organización Local en todo el mundo, “debemos rededicarnos a capacitar hoy a los líderes de mañana. Debemos superar cualquier obstáculo que se nos presente en el camino; debemos reafirmar nuestra verdadera identidad y evitar cualquier confusión que pueda distraernos de nuestra meta final”.

¡No se me ocurre otra forma mejor de Formar Mejores Líderes y Mejores Sociedades que Capacitando Hoy a los Líderes de Mañana!
¡Este mes trabajemos juntos para que la JCI crezca y se desarrolle!

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