miércoles, 25 de octubre de 2006

La necesidad de un Diálogo Nacional ¡Ya!

Jr. Francisco Solares Marcó,
Miembro Individual JCI Santa Cruz

Nuestro país atraviesa por un periodo de cambios significativos, nos encontramos en un camino que contiene distintos senderos, elegir el adecuado, requiere de un consenso y un acuerdo nacional. A su vez las incertidumbres generadas por un determinado proceso están generando múltiples divisiones internas, no solo en la sociedad sino en los sectores políticos involucrados los cuales a su vez generan una imagen negativa a nivel regional e internacional

Un medio catalizador e impulsador importante para el desarrollo de políticas que permita un resultado positivo entre los múltiples disensos es el dialogo entre partes. Dialogo que debe ser entendido como la predisposición, interacción y concertación mediante una dialéctica entre las partes en conflicto, cuyas conversaciones e inclusive acuerdos políticos permitirán el establecimiento, la viabilización y la puesta en marcha de acciones que pueden tener una trascendencia vital para el futuro de un Estado. Dicha trascendencia hoy por hoy en Bolivia esta a punto de ocurrir.

La Asamblea Constituyente y los problemas internos del Estado son consecuencias político-sociales de interacción donde muy difícilmente la unilateralidad puede imponer criterios, interpretaciones y propuestas que satisfagan a una población heterogénea y compleja, es ahí donde el medio catalizador denominado dialogo entre en función.

Hemos percibido las diferencias sociales, políticas e inclusive ideológicas de los actores a lo largo de los meses transcurridos y nos damos cuenta de las diferencias y asimetrías en la forma de pensar y visionar un Estado que pueda ofrecer mejores soluciones y resultados a la población. ¿Visionar un Estado socialista-indígena o visionar un Estado liberal?, esa es la pregunta que nos hacemos y que no tendrá respuesta sino dialogamos y encontramos puntos de convergencia; para que así, no ténganlos que adicionar mas puntos de inflexión.

Conciliar estas dos visiones de país: una social comunitaria y otra liberal, requiere de un debate que hoy por hoy esta enclaustrado en la estigmatización y el disenso. La demanda social que impulso a Evo Morales a la presidencia propugna una constitución socialista comunitaria, cuya visión es el comunitarismo indígena-campesino con un fuerte componente histórico. Mientras que la otra es un antitesis de la anterior.

La dinámica de acción de los actores políticos y sociales de las diferentes bancadas en la asamblea constituyente o en el parlamento son cambiantes; intereses y posiciones fuertes modifican la agenda de trabajo y las verdaderas necesidades. Los temas más importantes a tratar dentro de la agenda nacional y que necesitan de un gran debate descentralización político-administrativa (autonomías), distribución y uso de la tierra y explotación de los recursos naturales, pero su tratamiento está siendo retardado por la falta de consensos en los procedimientos de acción y discusión.

La dinámica política-social de actualidad nos esta llevando ha una situación de confrontación interna. No solamente el conflicto es entre dos opciones políticas, sino que ha tomado nuevos matices; el enfrentamiento oriente contra occidente (Rico vs. Pobre y mestizo vs. Indígena).

El respeto a las demandas directas de la sociedad civil (autonomías y desarrollo) es un componente importante para la distensión del conflicto y asegurara una buena gobernabilidad, de igual forma el respeto a la normativa jurídica que establece los procedimientos de aplicación de cualquier mecanismo de representatividad.

Las visiones, propuestas y dinámicas de acción son distintas entre los diferentes actores del proceso. Nos encontramos en una situación difícil, de crisis social interna que tendrá repercusiones fuertes en el ámbito regional, inclusive puede alterar el equilibrio regional.

Parecería que poco a poco estamos cayendo en la intolerancia y, el odio y la dejadez, sucumbir ante estas actitudes nos llevara a situaciones y encrucijadas muy peligrosas que podrán costar caro no solo a aquellos que participen de su impulso sino para todos los ciudadanos que vivimos y que interactuamos en las distintas esferas de la sociedad.

Los Bolivianos en su conjunto creemos que el dialogo sincero y sin mezquindades que debe convertirse en la síntesis de un proceso histórico trascendental de Bolivia es lo que estamos necesitando, solamente que no podemos esperar a sigan ocurriendo situaciones que puedan poner en peligro la seguridad y la continuidad de Estado un de un sistema democrático.

Actitudes como la libertad y tolerancia, el consenso social y político, los intereses nacionales y el manejo pertinente de situaciones deben permitir la consolidación de un proceso de desarrollo político que vaya en beneficio de todos los ciudadanos y que contribuya a la estabilidad interna.

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